En el Día Mundial del Reciclaje, que se celebra cada 17 de mayo con el fin de generar conciencia sobre la importancia del consumo responsable y la separación en origen, nos acercamos a la planta de clasificación de GIRO (Gestión Integral de Residuos Olavarría) para conocer de qué manera trabajan sus protagonistas.
En la mesa que utilizan para realizar sus tareas -larga y de color blanco- cada cual tiene su lugar, Isabel se ubica en uno de los costados y es la primera persona que uno ve al ingresar al galpón.
– Yo me llevo bien con todos, no tengo problema. Hay que venir, trabajar, cumplir y después volver a casa. Tenemos buen compañerismo.
Isabel es trabajadora de la planta y mientras clasifica concentrada y con rapidez, asegura estar conforme con su trabajo. Alrededor de ella, en la mesa, se ubican sus compañeros: Jesús, Pedro, Juan, Pablo, Leonardo, Sebastián y Franco.
El lugar es grande, muy grande, y en tanto cientos de bolsones repletos de material reciclable esperan su turno para ser enfardados por la nueva prensa, los recicladores separan en bandejas los residuos que llegan desde los 2.300 hogares que participan de la prueba piloto de GIRO, provenientes de los barrios Los Robles, Municipales y San Vicente. Esta tarea la realizan los lunes, miércoles y viernes, de 8 a 14 horas.
La música de fondo resuena en los rincones de las extensas paredes a la par que se combina con su charla matutina y las carcajadas que esa conversación les genera. La jornada es especial, no solo están iniciando la semana, sino que además de separar los residuos les toca realizar el segundo tramo de la capacitación en seguridad, higiene y medio ambiente.
“Las charlas de seguridad e higiene nos sirven porque hay cosas que podemos aprender para el lugar en donde estamos trabajando. Si pasa algo ya sabemos cómo reaccionar”, describe Jesús, en una charla distendida que tenemos después de la capacitación.